Pucherazo en las votaciones de Podemos: cientos de no inscritos pueden votar
El sistema de voto telemático que Podemos aplica a sus primarias ha estado en el foco de la polémica en más de una ocasión. Y también, esta vez, en la votación más trascendental dentro de la corta vida del partido.
A dos días de la Asamblea que habrá de renovar la dirección y política del partido, varios militantes han alertado de fallos en las votaciones. Por un lado, «inscritos» que no han podido ejercer el derecho a voto al no recibir el código de verificación que les habilita para ello. Por otro, expulsados en su momento por la Comisión de Garantías y que han comprobado con sorpresa cómo podían participar en las votaciones. En este último caso, varios afiliados de Extremadura que hace unas semanas fueron expulsados del partido por haber revelado a los medios «(…) información reservada de Podemos y capturas de los grupos de Telegram internos”; y también por lanzar “acusaciones falsas contra el partido», según figura en el expediente.
Así, el sistema de voto telemático, del que se presume en el partido como ejemplo de «democracia interna», vuelve a ser cuestionado. Este mecanismo acumula polémicas, entre ellas, varias denuncias de «tongo» en primarias autonómicas, mediante la falsificación de afiliados para favorecer a determinados candidatos.
Ya en plena guerra interna entre pablistas y errejonistas, las votaciones para la Comunidad de Madrid, el pasado diciembre, alentaron todo tipo de suspicacias por un imprevisto retraso. En el recuento acabó imponiéndose el aspirante de Iglesias, Ramón Espinar, sobre la candidatura del número dos-Rita Maestre y Tania Sánchez-aunque con una mínima ventaja de apenas 2.000 votos.
El propio partido admite, de forma velada, los fallos de confianza en el sistema. «Creemos que la verificación por teléfono móvil ofrece altas garantías de seguridad y a la vez hace sencilla la participación. No obstante, el equipo informático de Podemos está trabajando en nuevas formas de validación que sigan apostando por un equilibrio que permita niveles de participación altos con la mayor seguridad y transparencia», se puede leer en las respuestas a las posibles dudas de sus afiliados que se ofrecen a través de la web. No se aclara, en ningún caso, cuáles son esas «formas de validación» .
Incluso se responde de manera curiosa a la pregunta «¿Cómo puedo comprobar que el resultado de la votación es correcto?» «Agora Voting es un sistema verificable. Esto significa que cualquiera puede revisar el recuento de la votación a partir de los localizadores de los votos y las demostraciones publicadas tras el recuento. (…) No obstante, la verificación se basa en técnicas criptográficas que, aunque bien establecidas en el ámbito académico, no son fáciles de entender para el ciudadano medio».
Cabe recordar que, en febrero de 2015, el responsable del círculo de I+D+I de Podemos, Cristopher David Caamana Gómez, dimitió con duras críticas al sistema de registro y votación de partido de Iglesias. Según explicó, el censo de la formación es un «esperpento informático» y el sistema telemático no tiene las suficientes garantías para asegurar una votación limpia. Caamana aseguró además que el equipo técnico en lugar de solventar estos problemas se cruza de brazos».
El censo para participar en Vistalegre se cerró el pasado 5 de enero, y es de 455.932 simpatizantes. Una cifra que no es real, ya que estar inscrito no significa participar en los procesos. Para ello, el partido hace una diferenciación entre los militantes «inscritos» y los «activos», los que acostumbran a votar.
El propio censo fue una de las grandes disputas de cara a este cónclave, ya que mientras el sector ‘pablista’ reclamaba el cierre antes del congreso, los ‘errejonistas’ eran partidarios de que permaneciese abierto a lo largo de toda la Asamblea, a fin de que pudiese participar el mayor número de personas posible. Los afines al secretario Político entienden que una alta movilización les beneficia.
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